domingo, 3 de junio de 2007

Visión de la OLPC de un Informático de la era Pre-Internet

Creo en la propuesta de la OLPC (One Laptop per Child) y me parece increíble como un proyecto sin fines de lucro puede generar tantos detractores día a día. Desde que me enteré, hace un buen tiempo, de este proyecto no he parado de seguir sus avances, leyendo comentarios de "expertos" informáticos, educadores o políticos, que casi siempre se muestran contra "algunas" cuestiones que propone la OLPC.

Soy un tecnólogo con 25 años de experiencia en computadoras pero mi carrera es la de Comunicador Social por lo que puedo ofrecer otra visión de la propuesta de la OLPC; ya que no soy demagogo ni filósofo sino -por el contrario- impulsivo pero altamente reflexivo, debo presentar dos casos interesantes: el mio y el de mi hijo -Gael-.


Fui uno de los pocos niños en este país que tuvo acceso a una computadora allá por 1982, teniendo sólo 9 años encontré en éstos productos tecnológicos -bastante caros por aquella época- un nuevo objetivo para mi existencia: necesitaba entender como funcionaban... hacer algo con ellos.... se despertó en mí una curiosidad obsesiva generada por la hiperkinesia que tengo. Tuve la suerte -eso sí- de tener un gran padre, que si bien hasta hora no entiende las computadoras, supo canalizar mi ávido interés; gracias a la pasión de él -mi padre- por ayudar a los niños (en particular los especiales) con un post-grado en neuro-psicología y una obsesión desmedida por los libros, supo organizar en mí una mecánica para obtención de los conocimientos, mediante la investigación y la lectura.

Por aquellos tiempos la información sobre computadoras era muy pobre así que había que recorrer cuantas ferias de libros hubiera, él me ayudó a encontrar y comprender lo que encontrábamos, para luego poder trasladar mis investigaciones al computador que ya tenía. Tecnológicamente mi equipo tenía menos de 48 kilobytes disponibles (CBM 64) y grababa mis trabajos en un Datasette (No habían disketteras, empleábamos Casettes de Audio), con las pocas aplicaciones que llegaban a este país -de manera definitivamente pirata- iba articulando un mayor entendimiento de cómo funcionaba un computador; Me había propuesto el reto de desarrollar aplicaciones que me permitieran ayudar a algunas de mis prematuras
ideas: juegos y control de robots.

Para 1983, a base de mucho caminar por Amazonas o la Av. Grau -con mi padre siguiéndome para evitar que me perdiera- y probando infinidad de veces en el equipo, llegué aprender algo de Basic; después de ese pequeño paso, mi vida dio un vuelco: me convertí en un auto-didacta que trasladaba sus investigaciones a infinidad de cuadernos, llenos todos de código, ideas, sprites, dibujos, diseños, etc.

Los años siguientes se volvieron adictivos, en el mejor sentido, ya que empecé a investigar diversas áreas: electrónica, mecánica, medicina, psicología, robótica, telefonía, etc.; no me interesaban muchos los estudios -especialmente las matemáticas- sino seguir investigando y maquinando en mi cuaderno más

proyectos. Luego conocí gente que como yo seguía el mismo camino y mediante los BBS (inicio de las comunicaciones informáticas) empezamos a establecer comunicaciones y relaciones diversas, dando lugar años después a los primeros grupos de Hackers peruanos: TTF (The TigerForce) y -debo reconocer- los pioneros TEG (http://www.tegperu.org), cuyo líder -Lobsang Alvites- es una de las personas más brillantes de este país en términos informáticos. Pero seguir con esto es ya hablar de mi adolescencia, lo cual resulta intrascendente.

Lobsang Alvites -al medio- en una RetroParty el 2002,

con Spy711, Triskelion, Mighty Wolfie y Lion Heart.

Abstrayendo lo expuesto, podemos decir que: las computadoras me ayudaron a desarrollar mis conocimientos, mi capacidad analítica, reflexiva y tuve la suerte de tener a alguien que me pudo dar acceso a ellas y orientar en su potencial.

Ahora vamos con mi hijo: Gael, de exactamente 1 año 11 meses. Tuvimos la suerte de ofrecerle un hogar perfectamente funcional, basado en el respeto, el amor y la buena educación; lo cual lo puede poner en una situación -lo sé- ligeramente ventajosa en relación al promedio de la realidad de familias en este país, pero que -a mi entender- lo único que le ha permitido es despertar aún más sus potencialidades. Dado que la única diversión que tenemos mi esposa y yo es el Cine, lo hemos llevado desde la 1ra. Semana de nacido al mismo, acompañándonos en adelante casi siempre (depende de la película -claro-), lo que ha generado en él la capacidad de apreciarlo ya que puede tranquilamente ver una película completa (eso sí, haciendo graciosos comentarios), siendo él un hiperkinético. Lo otro que hemos logrado transmitirle -y aquí viene lo importante- es el gusto por la tecnología en todo sus sentidos, con lo cual ya es usuario de diversos aparatos: televisor, dvd, xbox, ps2 y claro las computadoras que tenemos en casa y el COS (http://www.cosperu.com), esta iniciativa premeditada se originó por 2 razones:

a) Atender su curiosidad, su capacidad de exploración, sus necesidades recreativas.

b) Disposición de equipos de alta tecnología por su paso, lo cual hace interminable alejarlos de un niño.

Gael antes de tener 2 años ya maneja -torpemente- diversos equipos con el cuidado debido, sus habilidades de lenguaje y expresión son asombrosas, su personalidad, su interés por la naturaleza y el ambiente, su habilidades cognitivas -en general- se han vuelto abrumadores y adicionalmente opera equipos que emplean solamente Software Libre.

Abstrayendo lo expuesto para el caso de Gael: la tecnología lo ayuda a desarrollar sus potencialidades, auxiliado -eso sí- por sus padres ya que lo acompañan y guían en su contante proceso de investigación.

Definitivamente, con lo expuesto, soy un creyente de que los niños deben acceder a equipos de cómputo desde muy pequeños ya que bien organizados, sus esfuerzos producirán un efecto impredecible en la sociedad, y mejor aún si el equipo en cuestión es una OLPC que es una iniciativa sin fines de lucro y que se basa en emplear estándares abiertos para cada componente. Sé que también hay otras 4 iniciativas que apuntan a ofrecer una PC barata para los niños, siendo la más conocida la "Intel Classmate" que tecnológicamente ofrece algunas mayores ventajas que la OLPC pero a un costo económico no sólo más alto sino social: las dependencias tecnológicas, los sistemas propietarios, etc.; estoy seguro que este producto de Intel, nada tiene de educativo sino más bien de comercial -lo cual es válido- ya que quiere mantener una posición de dominio y de paso favorecer a Microsoft que intenta penetrar en niños de niveles socio económicos que no pueden acceder a sus productos a través de los gobiernos, a quienes piensa cargar su modelo de licencias.

No soy socialista, ni mucho menos comunista, me considero un social demócrata, pero no puedo dejar de alertar que los problemas que plantea la propuesta de la OLPC deben ser razón de análisis y de soluciones que permitirán mejorarla aún más, las críticas a ella son totalmente absurdas sino contribuyen a ayudarla. La solución de Intel tiene mucho más aristas en contra que la OLPC, sin embargo, los lobbies y el marketing hacen un trabajo brillante en "expertos" cuya capacidad de abstracción es casi nula y cuya "experiencia" en modelos educativos o tecnológicos nada bueno han traído a nuestra historia.

En el Perú tenemos la oportunidad de introducir a nuestros niños en el siglo XXV, siempre y cuando, el gobierno pueda orquestar un plan que favorezca la implementación de las OLPC ya que -como expuse- se requiere una guía para darle un uso apropiado a éstos equipos, un objetivo claro que permita al niño hacer un uso creativo de la misma.

Si te sientes con ganas de ayudar a la OLPC en proyectos concretos, en el COS (http://www.cosperu.com), estamos orientando todos nuestros esfuerzos a que nuestras aplicaciones, producto de nuestras investigaciones, trabajen y aporten al proyecto, para lo cual te invito a participar de cualquier forma. Hagamos de este mundo una oportunidad para nuestros hijos y que mejor si todo se hace en medio de libertad.